Tienes derecho a experimentar miedo a perder el trabajo a causa de la pandemia actual. Tienes permiso para preocuparte, para dejar que esa sombra te atrape durante algún rato a lo largo del día. Es comprensible. Ahora bien, es necesario que tengas en cuenta que hay dos tipos de preocupación y solo hay una que puede ayudarte en estas circunstancias
Preocupación constructiva frente a preocupación negativista
La preocupación negativista es la que no sirve, la que bloquea y alimenta el fuego de la ansiedad. No la alimentes. Aparece con un discurso mental basado en las siguientes ideas «esta crisis nos va a dejar a todos en la calle». «Cuando pase esto nada va a ser igual y todos nos quedaremos sin trabajo». «De esta no salimos, va a ser un desastre mundial»
La preocupación constructiva, en cambio aporta un enfoque más saludable y estratégico. En lugar de afirmaciones de todo y nada y negativistas, se hace preguntas:
- ¿Qué probabilidades hay de que me despidan? ¿Será un despido temporal o definitivo?
- En el sector en el que trabajo, ¿seguirá o seguiré siendo necesario cuando esto acabe?
- Si soy una persona con larga experiencia ¿debo temer que me despidan o que nadie me contrate de nuevo? ¿es ese un temor real?
- ¿Qué es lo que me han dicho en el trabajo? ¿Qué probabilidades reales hay de que ya no me necesiten cuando acabe la crisis actual?
- En caso de que perdiera el trabajo ¿qué debería hacer? ¿podría ser quizá una oportunidad para mejorar?
Controla las fuentes que alimentan la angustia
Una forma esencial de reducir el miedo a perder el trabajo a causa de la pandemia es controlando las fuentes de estrés. Un ejemplo, nuestros grupos de whatsapp del trabajo son un foco de ansiedad inmensa en estas situaciones. Fluyen las preocupaciones, las informaciones erróneas e incluso se sobredimensionan las informaciones filtrándolas solo desde el lado alarmista y negativo.
Identifiquemos qué focos, situaciones, informaciones y personas intensifican nuestra inquietud. Es esencial mantener un enfoque realista, pero no catastrofista. Es vital saber preocuparnos de manera constructiva y no derrotista.
En situaciones de dificultad e incertidumbre, nuestra mente debe ser siempre nuestra mejor aliada. Tengámoslo en cuenta.
Fuente: Valeria Sabater